Oda a una fragoneta:

Hoy en el curro no se porqué me ha venido a la mente mi primer vehículo, una Renault Express.

Tras un año de adquirir el carné de conducir, compré una furgoneta, costó 1500 € si no recuerdo mal. Ese mismo día esta furgoneta después de visitar el terreno de un amigo, llevo a cinco auténticos pieles a un putiferio llamado el olimpo, al cual entramos con chirucas, llenos de mierda y oliendo a humo, de la idiotez de visitar ese sitio solo queda el dolor que nos dio a la hora de pagar las cervezas. (esto solo fue el comienzo del cachondeito que nos dio el coche)

Incontables mudanzas realizó el indomable cochecito, así como viajes, jornadas laborales, fiestas varias y algún que otro polvete, gracias a el nos hicimos incondicionales de la semana grande de Bilbao, las fiestas de Cuellar, etc...

Cada vez que podíamos fue el instrumento para salir de esta ciudad y llevarnos lejos del tedio Vallisolentano a fiesta y diversión en otros lugares. Es de señalar la cantidad de veces que nos paró la policía, como paradas inolvidables podemos contar:

Un viaje a Bilbao, creímos que había empezado ya la semana grande pero empezaba al día siguiente por lo que decidimos ir a Guernica, de vuelta a Bilbao nos paró un dispositivo antiterrorista de la Guardia Civil en medio de la nada.
Cadenas de pinchos en la carretera, varios jeeps con tíos enormes armados de subfusiles (creo) e incluso pararon a un tren que pasaba ahí al lado, vamos parecía el Ulster en plan ligth.
Allí nos detuvieron y pidieron la documentación mientras registraban el coche, debieron de alucinar:
Un tipo con pintas de borroka, un pelao, una hippie y un sin clasificar dentro de un coche, abriendo la guantera veías una pegatina rojigualda que ponía; Español un orgullo Madrileño un titulo, junto con cintas de Negu gorriak, Excorbuto, los chichos, la Polla Records, Kortatu,...

Vieron que éramos de Valladolid (debieron de flipar) y al final me dice uno:

- Así que de Valladolid, ese pueblo al lado de Palencia....

!!!Encima de Picolo, palentino¡¡¡¡¡

Otra parada policial inolvidable, fue de camino a Noja, nos paró un control antidrogas. Lo curioso del caso es que delante de nosotros iba un coche todo tuneado que seguro tenia un cargamento de pirulas.

Nos registraron el coche, y al ponerse tonto mi colega, el madero en cuestión le tocó los huevos (literal), llegamos a una conclusión:

!!!!Como está el cuerpo¡¡¡¡

Sin hablar de los controles de alcoholemia, pegadas de carteles, pintadas, etc....

Incontables las veces que dormimos en él, las borracheras que nos cogimos a su lado, los viajes, algún que otro concierto, .....

Desde uno de esos viajes en los que se derramó una botella de ron, ya no olia como el primer día.

Al final la di por perdida cuando me destrozo la guantera algún rapaz del Barrio (estaban emulando al Vaquilla pero no les salio bien)

Pasó la etapa de la Express, llego la de la Courier con menos visos de tanta diversión.